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Nuevos descubrimientos en la Pirámide del Sol de Teotihuacan. Por Alberto Aveleyra

COLUMNA SERPIENTES EMPLUMADAS Y ESPEJOS HUMEANTES 26

Nuevos descubrimientos en la Pirámide del Sol en Teotihuacan.

Si bien la Pirámide del Sol es una de las estructuras arqueológicas más importantes del mundo, hasta la fecha en realidad se contaba con poca información. En el momento de u restauración por Leopoldo Batres, él reporta varios entierros de infantes en las esquinas de los varios cuerpos de la pirámide. En el siglo XX se encuentra la cueva que se encuentra debajo de esta, ampliando nuestros conocimientos de su significado ritual vinculado intimamente con la concepción del cerro y la cueva en el México Antiguo. Algunos autores proponen que una especie de canal alrededor del monumento tal vez tuvo agua.

El día de hoy los arqueólogos del proyecto presentan los resultados de recientes excavaciones al interior de la pirámide, aprovechando un tunel excavado en los años treintas. Los descubrimientos son sobresalientes. Una ofrenda colocada al momento de la inauguración de la construcción con piezas de obsidiana y tres ejemplares de piedra verde, 11 vasijas tipo Tlaloc, siete osamentas humanas y las de un felino, un cánido y un águila. Entierros similares se encontraron hace poco en la Pirámide de la Luna. La interpretación de estos elementos nos permitirá acercarnos más a una de las culturas más complejas y sofisticadas de la Antigüedad. Estos elementos rituales fueron colocados ahí hace aproximadamente dos mil años, y estan intimamente asociados al origen de Teotihuacan como centro urbano y cultural.

El corazón de la Pirámide del Sol nos descubre sus secretos, nos muestra su ancestral ritmo de palpitar… coyotes, jaguares y águilas, un gran espejo circular, puntas de flecha y los fragmentos de vasijas del Señor del Tiempo y la Lluvia.

Boletin de prensa del INAH

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El Mariachi, patrimonio intangible de la Humanidad.

El mariachi es uno de los elementos culturales que definitivamente identifican a México ante el mundo. Se trata de un elemento cultural que permite la identificación del mexicano dentro del concierto mundial. Su vigencia dentro de la sociedad mexicana es ahora mayor que nunca y forma  parte de la cultura popular del mexicano.

Desde el año 2003, en la UNESCO se ratificó la convención para la salvaguarda del patrimonio inmaterial, instrumento que incluye una lista del patrimonio intangible a la manera de la Lista de Patrimonio cultural y natural con antecedente en la convención para su salvaguarda en 1972.

Hace unas horas, la UNESCO ha incluido al mariachi, en la lista de Patrimonio intangible de la Humanidad y con este ya son siete elementos mexicanos incluidos, comenzando en 2008 con el Ritual de Día de Muertos:

  1. Las Fiestas indígenas dedicadas a los Muertos, 2008.
  2. La Ceremonia Ritual de los Voladores, 2009.
  3. Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán, 2009.
  4. La pirekua, canto tradicional de los purepechas, 2010.
  5. Los parachicos de Chiapa de Corzo, 2010.
  6. La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria ancestral y viva – el paradigam de Michoacan, 2010.
  7. El mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta, 2011.

En el siguiente enlace se pueden consultar los expedientes de los 7 elementos en la página de la UNESCO.

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Coatlicoe y los muertos

La de la Falda de Serpientes suspendida en el espacio, sus brazos-culebra y su faldellín danzan, con una cadencia que hace que el tiempo, medio se detenga. En esa cadencia, la Coatlicoe se hace acantilado en las montañas del Tepozteco y Amatlán.

Luz hecha piedra, piedra vuelta conciencia humana, ser humano transformado en cosmos, la Gran Madre con ombligo de calaca,

Patas de águila, collarin de corazones y manos, su rostro es el del Monstruo de la Impermanencia y sin embargo nos mira desde una quietud inaudita, terrible, inquietante, que hace perder el aliento.

Su ombligo nos conecta con los muertos, con los ancestros, energía vital que fluye y nutre el movimiento de la Madre Primordial.

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Serpientes y Espejos Humeantes 18

Siqueiros en San Miguel de Allende por Alberto Aveleyra.

Entre otros grandes maestros que impartieron clases en la Escuela de Bellas Artes de San Miguel se encuentra el maestro David Alfaro Siqueiros. Evidencia de su paso por Las Monjas es el mural inconcluso dedicado a la vida de Don Ignacio Allende. Con un grupo de estudiantes norteamericanos, Siqueiros aplica su teoría del muralismo en San Miguel de Allende.

Bellas Artes se convierte en un centro de experimentación artístico, desde la forma de organización del equipo de trabajo, pasando por los procesos de investigación del tema del mural hasta la aplicación de la idea de poliangularidad, todo en el proyecto es experimento. Con la poliangularidad Siqueiros trataba de llevar el muralismo más allá de la tradición surgida en Italia, quería acercarlo más al mundocontemporaneo y su velocidad: un mural que considera en su composición múltiples perspectivas y puntos de observación, murales diseñados ex profeso para ser vistos mientras se está en movimiento. Todo esto se estaba poniendo en juego aquí en San Miguel, convirtiéndose en un centro cultural de frontera. La experiencia con Siqueiros dejo profunda huella en varios de sus pupilos extranjeros…

De la estancia de Siqueiros generalmente se recuerda los conflictos que tuvo con el administrador  de la Escuela, de cómo incitó a los estudiantes a huelga y la pelea donde Siqueiros tira por las escaleras al administrador. Ese evento cerró la segunda época de Bellas Artes, después de esto, el Instituto Nacional de Bellas Artes tomaría posesión de lo que hoy conocemos como el Centro Cultural el Nigromante.

Para los interesados se recomienda el libro donde se habla de la experiencia de Siqueiros en San Miguel Como se pinta un mural de Ediciones La Rana.

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Bicentenario y Serpientes Emplumadas 11 por Alberto Aveleyra

BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 11, Alberto Aveleyra


La dimension cultural de la Revolucion Mexicana

La idea de “revolución” tiene un origen antiguo. Uno de los primeros autores en tratar sobre la “revolución” es Aristóteles en su célebre Poética. El filósofo griego define “revolución” como la conversión de los sucesos en contrario. La Revolución Mexicana fue en ese sentido un movimiento circular que llevo al mexicano a reconocerse en un espejo, la revolución fue también retorno, y en ese retorno, sorpresa.

La Revolución como revolución del espíritu se revela en la rebeldía como una apertura, como el vislumbre, como el insight de lo que Alfonso Reyes llamó la búsqueda del alma nacional. Y esta se reveló en una profundidad inaudita para el momento, se presentó como una eclosión creativa, de la cual herederos somos. La visión que el mexicano y el mundo tienen de México hoy, se construyó en gran parte por un puñado de hombres rebeldes que como los héroes en la tragedia griega arribaron a su fatal destino en una catarsis colectiva. En esa vuelta de 180 grados, el alma nacional se re-conoció en el espejo de las letras y las artes, de la historia y la arqueología. La Revolución se forjo a ritmo de balas y palabras, de asesinatos y pincelazos. Se abrió un nuevo futuro al mismo tiempo que se desenterraba el pasado milenario más allá de la frontera imaginaria de la Conquista.

Este espíritu trágico y revolucionario tiene como uno de sus paradigmas en el mundo intelectual aquel círculo de hombres pujantes unidos en el Ateneo de la Juventud: Antonio Caso, Alfonso Reyes, José Vasconcelos,  Pedro Henriquez Ureña, Martín Luis Guzmán, por mencionar a los principales. Cada uno de estos hombres es como columna del Partenón de aquella Atenas que evocaban en su juventud rebelde. Ateneo, pues de cierta forma se intuyeron fundadores de una tradición como lo fue la Atenas para la civilización occidental. Y en efecto fundaron una tradición que perdura hasta nuestros días.

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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 10 por Alberto Aveleyra

Los Muertos

El altar del Día de Muertos nos vuelve conscientes sobre la finitud de la vida corporal, pero también nos conecta con la larga cadena de vida que trasciende los cuerpos, cadena de la que nosotros tan sólo somos un eslabón.

Rendir culto a los muertos nos conecta con el pasado, pero también con el porvenir, pues tendríamos que mostrarles a nuestros hijos la razón de poner las fotos de los abuelos muertos junto con sus comidas y bebidas favoritas.

Rendir culto a los antepasados nos hace conscientes de la herencia que portamos y recibimos de ellos, pone énfasis en la dimensión intangible del universo o, mejor, nos permite tender puentes entre lo tangible y lo intangible de nuestro ser.

Somos seres multisensoriales, nos comunicamos por varios canales simultáneos, pero la inercia del stress posmoderno quiere engañarnos e insiste en hacernos seres unidimensionales, dialogar con la muerte es un ejercicio que va a contracorriente.

Tener conciencia de nuestros muertos nos hace hombres, sólo nosotros entre los seres vivos nos vinculamos con la muerte de forma consciente, sólo nosotros prolongamos nuestros vínculos más allá de la extinción de los signos vitales.

Las múltiples ofrendas funerarias que yacen en tierras mexicanas nos develan la dimensión simbólica de nuestra tierra. Las ofrendas a los muertos nos revelan el interior de la imaginación y de los corazones de aquellos que nos anteceden.

Aquí en México la muerte es vida y la calaca tilica y flaca nos distingue entre las naciones, ella es uno de los personajes principales de nuestro devenir y de nuestro ser, la Catrina de Posadas es expresión del arquetipo inmemorial que ronda nuestros callejones por las noches. Nuestro vínculo con los muertos dice todo de nuestro vínculo con los vivos. Nosotros, a diferencia de muchos otros pueblos de hoy, no negamos la muerte… ¿por qué? Porque negarla sería negar el proceso vital que nos hace ser quien somos.

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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 5 por Alberto Aveleyra

Oaxaca, tierra de artistas y gobernantes.

Desde tiempos inmemoriales hasta el día de hoy, Oaxaca se ha distinguido por ser tierra de artistas y gobernantes. Es una tierra donde el arte enraizó en los cuerpos de zapotecos, mixtecos, mixes y huaves.

Las cuevas de Yagúl y Mitla acaban de ser declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por albergar los testimonios más importantes del inicio de la civilización en América. Se han encontrado las evidencias más antiguas de plantas domesticadas: semillas de calabaza de diez mil años de antigüedad.

El centro ceremonial de Monte Albán es uno de los más antiguos del país y data del 500 a.c. De esta misma época y de ese mismo lugar provienen dos de los ejemplos más antiguos de fechas calendáricas inscritas en piedra de todo el México Antiguo.

Monte Albán fue una importante capital que al parecer realizó alianzas y continuos intercambios con Teotihuacan, al final de su época zapoteca fue ocupada como cementerio por los reyes mixtecos.

Tierra de gobernantes poderosos, desde aquellos que decidieron construir Monte Albán y Mitla, pasando por el gran soberano mixteca Ocho Venado Garra de Jaguar, hasta llegar al México del XIX con Benito Juárez y Porfirio Díaz, la política mexicana es imposible de comprenderse y analizarse sin los oaxaqueños.

De los escultores de piedra verde ofrendadas en las tumbas prehispánicas hasta artistas contemporáneos de la talla de Rufino Tamayo y Francisco Toledo, Oaxaca se distingue por su originalidad y su capacidad para influenciar tradiciones culturales que trascienden por mucho los famosos valles centrales de Oaxaca, tierra de moles y chapulines, otro de los orígenes de México.

alberto.aveleyra@gmail.com

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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 4

Huehueteotl, el abuelito Fuego.

Cuando, hace miles de años, el ser humano tuvo control sobre el fuego por primera vez su existencia se transformó para siempre. Con el fuego, el hombre tuvo la fuerza para conjurar los poderes de la noche que por milenios lo habían dominado y acechado constantemente. Con el fuego, el ser humano se hizo más humano, haciéndose consciente de que el fuego externo reflejaba el fuego interior, el fuego del espíritu.

Huehueteotl es el nombre del Dios del Fuego, del venerable Abuelito Fuego. Este nombre en lengua náhuatl quiere decir literalmente “La Vieja energía sagrada”,  ancestro primordial de todas las otras manifestaciones de lo sagrado.

El Abuelito Fuego es otro de los orígenes de México y desde el 600 a.c. hasta la llegada de los españoles, se le representó en como un hombre viejo y jorobado sentado con las piernas cruzadas y sobre su cabeza o espalda un recipiente para el fueguito.

Hasta el día de hoy la ceremonia del Fuego sigue siendo fundamental para los indígenas de la antigua Mesoamérica, para los quiché de Guatemala o los huicholes, el fuego es esa energía primordial que purifica y transforma, es espejo que permite al hombre el auto-conocimiento. En el famoso Mito de Teotihuacán el fuego sagrado es el principio del Tiempo, los hombres dioses se ofrendan a él y resurgen transformados en el Sol y la Luna, resurgen transformados en los astros que marcan el ritmo vital del Universo.

alberto.aveleyra@gmail.com

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Bicentenario y Serpientes Emplumadas 3

Los olmecas y el jaguar

Jaguar, espíritu de la selva, corazón de la montaña, alma de los montes. Eres tú el padre primordial de aquel pueblo misterioso que amaneció hace más de tres mil años en la región del hule, en la región de los Tuxtlas, frente a las costas del Golfo de México.

Jaguar, eres el ancestro primordial del pueblo olmeca, la primera civilización del México Antiguo. Jaguar, eres espejo de obsidiana donde la serpiente emplumada se vio reflejada.

***

Los olmecas,  hombres-jaguar son el origen de la tradición mesoamericana y si bien sus principales centros ceremoniales y ciudades se encuentran en el sur de Veracruz y parte de Tabasco (San Lorenzo, La Venta, Tres Zapotes) su influencia es evidente en todo el territorio mesoamericano.

Maestros escultores de piedra, los olmecas son los primeros en México que trabajan el verde jade, y se les conoce por las fascinantes cabezas colosales:  retratos de gobernantes, chamanes o jugadores de pelota. Consumieron el chocolate de manera ritual y tuvieron una relación fundamental con las cuevas, manantiales y montañas.

A pesar de que algunos los conocen como la “cultura madre” de Mesoamérica no sabemos ni siquiera quienes eran a ciencia cierta, no sabemos qué lengua hablaban (podría ser mixe o zoque) ni tampoco porque declinó su civilización allá por el 500 a.c. Sin embargo son el impulso inicial de las civilizaciones del México Antiguo.

Nos quedan sus impactantes obras de arte, que comunican esa visión del mundo, esa relación con el cosmos que perdura hasta hoy en los chamanes, graniceros y tiemperos que invocan a las nubes en las cuevas de cerros y volcanes. Otro de los orígenes de México, el ombligo de la Luna.

alberto.aveleyra@gmail.com

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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 2

México y las diosas femeninas.

México, tierra antigua, es uno de los seis lugares en el planeta donde el ser humano desarrolló eso que llamamos civilización por primera vez. China, India, Egipto, Mesopotamia, los Andes son las otras regiones donde surgió la civilización.

Aquí existieron las primeras aldeas hace cuatro mil quinientos años, fue un momento en que la manera de ser humanos se transformó radicalmente con base en la siembra del sagrado maíz, el frijol, la calabaza y el amaranto.

Fueron las mujeres quienes desarrollaron los saberes en torno a las semillas y fueron ellas quienes se arraigaron primero a la tierra. Son ellas también quienes se sincronizan con los ritmos del cosmos de manera más evidente, el ciclo de la luna es el ciclo mensual de la mujer. El cuerpo femenino y sus ciclos fueron para el hombre uno de las grandes misterios de la existencia.

El cuerpo de la mujer como el de la Tierra, es dador de vida y también de muerte, en las curvas de sus contornos se cifran los ciclos vitales, de sus entrañas emerge el nuevo ser. Montaña-cueva-tumba-matriz, el cuerpo de la mujer fue lo primero que las manos de los artesanos que habitaron nuestras tierras hace cuatro mil trescientos años decidieron crear.

La figurilla de barro más antigua de México es la imagen de una mujer, ella es la madre de las futuras diosas: Coatlicoe, Tlazolteotl, Xochiquetzal, la Virgen de Guadalupe.