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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 6

Quetzalcoatl y el origen del hombre.

Cuando todo estaba cubierto por la oscuridad, Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada, inició la travesía al Mictlan, tierra de los muertos, en busca de los huesos de la Humanidad anterior. Atravesó los nueve niveles del inframundo hasta encontrarse en lo profundo con Mictlantecuhtli, Señor de la Muerte. Este le entregó los huesos y aunque le puso varias trampas, Quetzalcoatl logro salir con vida y triunfante de su viaje por la Tierra de los Muertos.

Cuenta la historia que Quetzalcoatl dió los huesos a su mujer, Cihuacoatl y esta los molió en un lebrillo, acto seguido, Serpiente Emplumada se punzó el pene y ofreció su sangre sobre los huesos: así dio nacimiento a la nueva humanidad, a la humanidad de la Quinta Era cósmica, a la humanidad del Sol del Movimiento.

En este mito la Serpiente Emplumada se sumerge en la Tierra y al hacerlo ésta se convierte en tumba. El héroe inicia la travesía que lo llevará a enfrentar al Señor de la Muerte, para después del encuentro con él, emerger renacido de las entrañas de la Tierra.

La Tierra es así tumba y matriz al mismo tiempo, vida y muerte simultáneamente. Se trata de una idea fundamental en el pensamiento filosófico de los antiguos mexicanos, idea que podemos ver plasmada en múltiples obras de arte: vida y muerte son las dos necesarias mitades de la existencia. La vida se muestra en el espejo de la muerte, la muerte es el principio vital por excelencia. Otro de los orígenes de México, el ombligo de la luna.