El Retorno de la Luz, el Solsticio de Invierno. Por Alberto Aveleyra.
El gran péndulo del mundo, danzante celestial, guerrero de la luz, esfera solar
Señor de señores, de Este a Oeste día a día, de Sur a Norte y de Norte a Sur año con año.
Su danza es cosmograma evidente y secreta, la cuadratura de su círculo,
nacida de los cuatro movimientos, contemplados por un rostro en el centro del universo,
rostro de carne solar, hombre-astro,
el hombre que contempla es el sol contemplado
es uno y cuatro espejos, que manifiestan el tiempo.
es el Uno vuelto Dos frente al Tezcatlipoca,
Vacuidad que se ve a si misma es Forma
Forma que se ve a si misma es Vacuidad.
Luz y gravedad, haz y envés del espacio-tiempo,
el Uno vuelto infinito en la curvatura espaciotemporal
manifiesta en constelaciones, galaxias y estrellas.
Circunvoluciones de circunvoluciones,
todo el universo reverbera, sigue vibrando
en las notas inaudibles de estas palabras, fractales, fragmentos,
fracciones, fracasos, frambuesas,
frazadas fraticidas y, francamente, fracturadas frases
que se alzan, desmoronadas ante el silencio primordial
que se siente,
cuando pega el Sol de frente.
Cegado por un instante, un fulgor hilarante donde oscuridad y luz
han quedado más que disueltas
en la mirada del sol y el rutilante corazón del hombre.