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BICENTENARIO Y SERPIENTES EMPLUMADAS 5 por Alberto Aveleyra

Oaxaca, tierra de artistas y gobernantes.

Desde tiempos inmemoriales hasta el día de hoy, Oaxaca se ha distinguido por ser tierra de artistas y gobernantes. Es una tierra donde el arte enraizó en los cuerpos de zapotecos, mixtecos, mixes y huaves.

Las cuevas de Yagúl y Mitla acaban de ser declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por albergar los testimonios más importantes del inicio de la civilización en América. Se han encontrado las evidencias más antiguas de plantas domesticadas: semillas de calabaza de diez mil años de antigüedad.

El centro ceremonial de Monte Albán es uno de los más antiguos del país y data del 500 a.c. De esta misma época y de ese mismo lugar provienen dos de los ejemplos más antiguos de fechas calendáricas inscritas en piedra de todo el México Antiguo.

Monte Albán fue una importante capital que al parecer realizó alianzas y continuos intercambios con Teotihuacan, al final de su época zapoteca fue ocupada como cementerio por los reyes mixtecos.

Tierra de gobernantes poderosos, desde aquellos que decidieron construir Monte Albán y Mitla, pasando por el gran soberano mixteca Ocho Venado Garra de Jaguar, hasta llegar al México del XIX con Benito Juárez y Porfirio Díaz, la política mexicana es imposible de comprenderse y analizarse sin los oaxaqueños.

De los escultores de piedra verde ofrendadas en las tumbas prehispánicas hasta artistas contemporáneos de la talla de Rufino Tamayo y Francisco Toledo, Oaxaca se distingue por su originalidad y su capacidad para influenciar tradiciones culturales que trascienden por mucho los famosos valles centrales de Oaxaca, tierra de moles y chapulines, otro de los orígenes de México.

alberto.aveleyra@gmail.com