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La macdonalización de San Miguel de Allende.

COLUMNA TURISMO CREATIVO 3

La macdonalización de San Miguel de Allende. Por Alberto Aveleyra.

Comienza el último mes del año con una noticia inquietante: en el centro histórico de San Miguel de Allende, patrimonio de la humanidad, se quiere poner un Mc Donalds.

En las ciencias sociales que investigan el turismo se han usado varios terminos para describir un proceso que ha estado ocurriendo en los últimos años en centros históricos alrededor del mundo:

Gentrification, en inglés, es un término que habla de un proceso donde los centros históricos viven una serie de transformaciones en cuanto valor y uso de suelo, comercializándose este cada vez más, y en muchos casos, aunado a una salida de la población original de la zona.

Disneylandización, muchos centros históricos parecen cada vez más parques temáticos, son escenarios dentro de los cuales acontece el consumo. Macdonalización, los centros históricos como atractores de consumidores se vuelven espacio ideal para las empresas trasnacionales, los centros históricos asumen características que los acercan a los malls, a un centro comercial donde uno siempre encuentra, una cierta constelación de oferta: Mac Donalds, Starbucks, etc… Este fenómeno trae impactos de intensidad en las ciudades donde ocurre y el establecimiento de estas empresas va en contra de los principios de un verdadero desarrollo sostenible en general y en turismo en particular.

En San Miguel es urgente que se asuma plenamente una política turística en pro del desarrollo sostenible, existen varios instrumentos internacionales en donde se establecen buenas prácticas como Los criterios globales para un turismo sostenible, agrupados en tres vectores: medioambiental, económico y sociocultural. El Código Ético del turismo mundial de la OMT habla en los mismos términos en cuestión de preservación del patrimonio y con respecto a los beneficios a la comunidad local.

El hecho de que San Miguel forme parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO plantéa, varias cuestiones. Un sitio es patrimonio de la Humanidad si cumple con 3 condiciones básicas: que sea único, irremplazable y auténtico.

San Miguel se enfrenta el día de hoy, literalmente, a su macdonalización algo que pone en riesgo su valor auténtico, único e irremplazable. Es importante que exista una política concreta que haga operativa la inscripción en la lista de la UNESCO y hay que resaltar que la macdonalización atenta contra los principios de un turismo sostenible. Los recursos que entren a ese negocio, saldrán en su gran mayoría de San Miguel de Allende. Un Macdonalds en el Centro rompe con su carácter auténtico y atenta contra la vocación singular del sitio, le quita valor como destino turístico.

Una de las ventajas competitivas de San Miguel es la excelente oferta gastronómica que ofrece, el centro histórico es una especie de laboratorio de experimentación, algo apegado a la tradición creativa del destino. Macdonalizar es atentar en contra de la creatividad de la comunidad, atentar contra la preservación de aquello que lo hace único y restar a que los beneficios económicos dle turismo se queden en la comunidad receptora

En Oaxaca se intentó instalar un MacDonalds y la sociedad civil se organizó para impedirlo, ojalá que en San Miguel se dé el mismo fenómeno, en pro de la economía local que se distingue por estar dando un importante giro a la sostenibilidad.

Los centros históricos patrimonio de la humanidad tienen que ser únicos, su paulatina macdonalización hace que cada uno de ellos se parezca cada vez más al otro perdiéndose así aquello que los hizo distinguirse entre la gran mayoría.

El Centro de San Miguel de Allende es un espacio rebosante de vida, en sus calles se expresa la forma de ser sanmiguelense, la inmensa mayoría de negocios son de micro empresarios residentes en la ciudad, es importante fortalecer y fomentar esto, más allá de la entrada de una empresa que simboliza la fuerza homogeneizante de la globalización.

¡No a la macdonalización de San Miguel de Allende!

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Turismo Creativo 1. La Gestión del Conocimiento en el Turismo 1. Por Alberto Aveleyra

Con esta entrada inicia un nuevo ciclo. Turismo Creativo es una columna que tratará temas diversos en torno al turismo como fenomeno complejo. Iniciamos la columna con uno de los temas fundamentales el día de hoy: la gestión del conocimiento en el turismo.

Las 3 fases de la Gestión del Conocimiento son:

  • Generación de Conocimiento
  • Diseminación de Conocimiento
  • Aplicación de Conocimiento

El día de hoy vivimos en una economía de la información y el conocimiento, es decir, lo que diferencia a los productos y servicios en el mercado tiene que ver con el valor agregado a partir de la información y el conocimiento.

LAs organizaciones generan continuamente conocimiento, sin embargo, en muhcas de ellas este se mantiene a un nivel tácito. El sólo hecho de intentar codificar este conocimiento tácito y volverlo en explícito es una estrategia de gestión del conocimento que cambiaría las pautas y dinámicas dentro de la organización.

Algo importante es la distinción entre dato, información y conocimiento. Los datos son hechos de la realidad y son los componentes básicos de la información. La información son conjuntos de datos a los que se les ha dado una cierta forma u organización que le dan significado, sentido, coherencia. El conocimiento siempre implica a por lo menos un individuo interactuando con información, haciendo uso de sus habilidades y capacidades, es información más inteligencia. En una estrategia de gestión del conocimiento, el eje son las personas, que son quienes tienen el know how.

La Gestión del conocimiento es indispensable al momento de planificar y un elemento sustancial es la cuestión de la codificación y registro de información y datos de diversos tipos, el proceso de codificación genera conocimiento y establece herramientas necesarias para ser diseminado.

Una de las cuestiones que se pueden observar en múltiples organizaciones de turismo ya sean empresas u organismos públicos es que existe un gran acervo de conocimiento tácito y este conocimiento es mucho más dificil de diseminar. Uno de los retos actuales es como hacer para codificar ese conocimiento tácito de manera que estemos en posibilidad de diseminarlo más eficientemente.

Por otro lado tenemos un interesante y sofisticado desarrollo en, por decirlo de un modo, “las ciencias del turismo” , pero ese conocimiento de frontera sigue estando capturado en los organismos internacionales y en altos funcionarios y directivos. Tenemos que diseñar estrategias efectivas de diseminación de conocimiento clave, estrategias que permitan alcanzar a todos los actores-clave del sector.

Sin esa diseminación será muy difícil aplicar los nuevos conocimientos y paradigmas en turismo. En este punto es necesario la creación de redes de intercambio más efectivas entre diversos niveles, campos y sistemas turísticos. Redes que permitan, por ejemplo, enlazar más efectivamente los procesos de gestión del conocimiento que se llevan a cabo a nivel internacional con procesos de gestión del conocimiento a nivel nacional, regional y local. Las TICs juegan un papel clave en estos procesos de enlace de redes.

¿A qué me refiero? Los organismos internacionales llevan años desarrollando dinámicas de gestión del conocimiento que impacta en los sistemas turísticos del planeta. Entre otras cosas, este conocimiento juega un papel crucial porque con él se desarrolla un lenguaje común a todos los involucrados en el ámbito en cuestión. Por ejemplo, el ICOMOS, Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, después de varias rondas en que expertos de diversas partes del mundo debatieron sobre el tema, publica la Carta Internacional de Turismo Cultural, documento en el que se establecen 6 principios básicos de lo que tendría que ser un turismo cultural ejemplar, establece un modelo y una serie de lineas de acción para buenas prácticas. El documento va dirigido a todos los actores en turismo: gobiernos, empresas, conservadores del medio ambiente, sociedad civil. Pero ¿cuántos de los actores-clave de los sistemas turísticos que están operando en este momento tienen conocimiento de estos principios?

Pocos, demasiado pocos, el antropólogo que escribe esto descubrió que muy pocos de los actores del sistema turístico en el que él se desenvolvía tenían conocimiento de este documento, algo que en lo personal le sorprendía por el fuerte impacto y consecuencias en su quehacer turístico diario que tenían los principios de la  Carta. Y en este caso, la Carta funciono como herramienta que sirvió para aplicar ese conocimiento. Sin embargo, preguntando a muchas personas a través de los años he confirmado el general desconocimiento de múltiples códigos, recomendaciones y estándares internacionales, que tienen impacto en el quehacer diario. Hay una serie de brechas y desfases entre el conocimiento generado por los organismos internacionales y el territorio donde se desarrollan los flujos turísticos. Este es uno de los grandes retos  en la Gestión del Conocimiento Turístico, la reducción de la brecha entre los expertos y la gran mayoría de actores sistémicos. Es un momento de cambio de paradigma, y el cambio emerge de un imperativo moral relacionado con la crisis medioambiental actual.

De la crisis medioambiental, de la crisis financiera y de la crisis sociocultural… pensar globalmente, actuar localmente se dijo en la Cumbre de Río hace 20 años, cuando se asume un compromiso internacional con respecto al desarrollo sostenible. Ideas clave: la interdependencia de la comunidad de vida del Planeta y la comunidad humana, la interdependencia de cada uno de nosotros, la necesidad de cambiar la forma de hacer las cosas y para hacer esto cambiar nuestra forma de pensar nuestra relación con el mundo.

La Gestión del Conocimiento es la vía para ir generando ese cambio, sin embargo este se da de manera lenta, se está desaprovechando el potencial de las TICs para enlazar los procesos de gestión del conocimiento que han dado forma a documentos como la Carta Internacional de Turismo Cultural o los Criterios Globales para un Turismo Sostenible, con procesos de gestión del conocimiento de comunidades a nivel regional y local. Enlazar aquellos procesos de gestión del conocimiento con procesos de gestión del conocimiento que ya tengan un impacto directo en los actores clave operando en el territorio.

La aplicación de ese nuevo conocimiento turístico se enfrenta a grandes desafios pues implica cambios profundos con respecto al paradigma dominante, es dificil abrirse paso aunque depende de la comunidad en particular dentro de la cual se gestiona la aplicación de ese conocimiento.

Es un momento donde se requieren soluciones creativas y aqui me refiero a soluciones que surgen de formas de pensamiento y reflexión inauditas, convergencia de ámbitos tradicionalmente separados o pensados con ciertas categorías y no con otras. La aplicación del nuevo conocimiento turístico abre puertas y ventanas a nuevas formas de hacer las cosas. Las posibilidades del producto turístico son vastas si logramos tejer la red de valor y conocimiento en torno a él que permita su comunicación y después co-creación con el consumidor final: el viajero.