SERPIENTES EMPLUMADAS Y ESPEJOS HUMEANTES
Espejo Humeante y el auto-conocimiento 1 por Alberto Aveleyra
Tezcatlipoca, Espejo Humeante, es uno de los dioses-complejos simbólicos menos comprendidos del México Antiguo. Sin embargo, si no entendemos al Espejo Humeante es difícil comprender la naturaleza de la famosa Serpiente Emplumada.
Hay un nivel en que las dos deidades son una, dicen que la sagrada pareja primordial tuvo cuatro hijos, los cuatro Tezcatlipoca, y uno de ellos era Quetzalcoatl. Serpiente Emplumada y Espejo Humeante son hermanos y enemigos a un mismo tiempo, cuentan también que la sucesión de soles-edades se dio a partir de la lucha entre ambos dioses al final de cada era. Es decir, ellos representan las dos energías básicas del cosmos: el yin-yang mexicano.
También nos cuentan algunos mitos que al principio de los tiempos ambos se sumergieron en el cuerpo prístino de Tlaltecuhtli-cipactli, lagarto primordial que reposaba en las aguas cósmicas y que, transformados en culebras, una de plumas, la otra de espejos, estiraron el cuerpo del lagarto cósmico y de la parte superior crearon el Cielo y de la inferior la Tierra. En otra versión, en vez de culebras cada uno asume la forma de un árbol, Quetzalcoatl un ahuehuete, Tezcatlipoca un árbol de espejos, y juntos separan y sostienen el Cielo sobre la Tierra.
En este mito vemos como ambos son las potencias que llevan del caos y oscuridad primordial, donde no existen diferencias ni límites, al principio de un cosmos manifiesto con un arriba y un abajo, con límites y diferencias. Son las fuerzas que permiten al UNO manifestarse como mundo y como multiplicidad. Ellos dos, Serpiente Emplumada y Espejo Humeante son el UNO jugando a olvidarse y recordarse y el resultado de ese juego es la vida y el ser humano percibiéndola.