SERPIENTES EMPLUMADAS 14
El Solsticio de Invierno por Alberto Aveleyra
Estamos en el momento del solsticio de invierno (escrito en diciembre de 2010), momento clave en el movimiento aparente del sol a través del horizonte, momento clave dentro de la cosmovisión de la gran mayoría de tradiciones espirituales del planeta.
El solsticio de invierno es el momento en que el Sol alcanza en su movimiento el extremo sur, se trata de la noche más larga del año, sin embargo, a partir de ese punto, el sol inicia su camino hacia el norte y cada día que pase será un poco más largo. Es por esto que muchas tradiciones celebran al solsticio como el momento del nacimiento de la luz, por eso el cristianismo celebra el nacimiento de Jesus y los mexica celebraban el nacimiento de Huizilopochtli.
Es importante anotar aquí que la concepción del sol en el México prehispánico es muy diferente de la que tenemos hoy. En principio, se concibe al sol como proceso energético, y este proceso es dual, femenino y masculino. Cuentan las historias nahuas que el sol es acompañado, del amanecer al mediodía, por los guerreros muertos en batalla, y, del mediodía al crepúsculo, por las mujeres muertas en parto.
El sol marca el ritmo fundamental del universo, días y noches encadenados en el gran ciclo anual; su movimiento estructura el espacio-tiempo y su camino se vuelve metáfora del camino de todo ser humano. Es también, el modelo ejemplar del guerrero, que se adentra en las profundidades de la noche y combate sus poderes para, en la aurora y el amanecer apropiarse de ellos. El hombre antiguo sincronizaba su vida con el universo de acuerdo a los ritmos del Sol, la Luna y Venus, el día de hoy esa es una lección pendiente para la modernidad extraviada en desvaríos múltiples y sinsentidos apabullantes.